El paso sobre el que cada Miércoles Santo Nuestro Padre Jesús del Calvario recorre las calle de Córdoba, comenzó a ser una realidad tras el contrato de la hermandad, en el año 1985, con Manuel Guzmán Bejarano. Quedó totalmente concluido en la Cuaresma de 1992, tras la fase de dorado realizada por Manuel Calvo Camacho. Tanto los respiraderos como el canasto tienen talla con paños calados que alteran con macollas de acanto o medallones, presentando una planta sinuosa y perfil con bulbos, de claras reminiscencias barrocas. Singulares son los elementos iconográficos presentados en el canasto del paso. Concretamente, aparecen San Lorenzo, titular de la corporación; San Roque, antiguo titular de la capilla en la que recibe culto el Señor del Calvario; Beato Álvaro, introductor del viacrucis en Occidente y San Fernando, conquistador de Córdoba. En las esquinas del paso figuran los símbolos de los Evangelistas. Estos ocho óvalos fueron encargados a Manuel Guzmán Fernández en 1990. Completa la iconografía del paso en la parte inferior, concretamente en los respiraderos, la presencia de elementos como el escudo propio de la hermandad en el frontal, el lábaro en la parte trasera y el paño de la Verónica y el cáliz con espigas en los costeros. Candelabros arbóreos completan este conjunto de especial vistosidad.

Dabrio González, Raya Raya y Villar Movellán. 2006, pp. 233-239.